HE ESPERADO DEMASIADO

HE ESPERADO DEMASIADO

miércoles, 9 de mayo de 2012

SALVAR A UN ANIMAL, SU AGRADECIMIENTO


Miles de personas buscan una oportunidad para los animales abandonados. Una carrera hacia la salvación.
No podemos olvidar sus caras, sus miedos, sus posturas recogidas intentando coger calor y o refugiados en la esquina para no perder una rayo de sol que les caliente.
Luego llega la fría noche, la noche de los ladridos y silencios. La noche muerta, oscura para avanzar el siguiente día sin expectativas de un calor de hogar.

Se abandonan muchos animales, demasiados por motivos intrascendentes o por motivos hasta crueles: Desde un “no me puedo hacer cargo el él”, “hasta un no me interesa”.

Abandonar animales a su suerte además de ser un delito es un acto de maldad, crueldad infinita y éticamente es un hecho que traspasa fronteras sobre el egoismo y la falta de caridad.

Ellos se quedan sin entender que castigo infinito se les produce a seres tan inocentes y agradecidos que en sus jaulas malditas y llenas de mugre quedan esperando una voz o un cerrojo que abra sus posibilidades de vivir.
Es la cárcel.
Sin posibilidades o muy escasas siguen manteniendo el sueño del hogar de una mano que no les humille, les tape, o les de una ración de alimento sin tener que competir por un trozo de bolita de pienso, un agua sucia, un rincón lejos del terror de.
Loque han perdido ellos, lo han ganado los abandonadores: injustos, ruines, cobardes que son capaces de entregar al sacrificio a estos animales a una vida sin esperanza.
Ellos se han quitado el problema y lo han volcado en el resto de la sociedad que lucha por una casa donde sean atendidos de sus lesiones, de sus miedos, de su soledad inentendible porque ellos sienten su realidad en el miedo y la desesperanza en un cambio brutal de condiciones, que aunque no hayan sido buenas, tenian al menos un nombre.
Quienes lo vemos somos capaces de rezar, de encomendarnos a los santos y renegamos de la calidad humana de quien fue capaz de hacer tan vil acción entregando al animal como un deshecho, un desperdicio que no merece vivir.
La impunidad más cruel, es dejarlos en un basurero o un contenedor, que lleve a los animales a una muerte segura y sin complicaciones.
Gracias a los salvadores de animales, estos hechos cada vez se denuncian más, se rescatan de una muerte agónica en un camión y el plan perfecto de deshacerse del angelito que acaba de nacer o era su mascota durante años, termina por la redes sociales clamando compasión y urgencia para que no se apague su vida en la miserable jaula que con el beneplácito de ayuntamientos y corporaciones ceden como un hotel de cinco estrellas.

Todos perdemos.  
Pero cuando ganamos?: Su fidelidad, su compañía, su adoración, su agradecimiento, su incondicionalidad. Si el animal ha sido rescatado no se saben los mecanismos por los cuales ese animal entenderá que su salvador es algo más que eso, es el ángel que necesita y entre ambos el vínculo será grande y agradecido por ambos. Esa adoración es fruto de un agradecimiento multiplicado por cientos de veces.
Acoge, adopta, salva porque su mirada se multiplicará cada vez que te oiga. Eres su oportunidad, eres tú el elegido y entre ambos habrá un vínculo gigante que el cielo supervisará en la salvación del maltrecho animal que ahora tiene un hogar donde esparcir sus lametones y ladridos de felicidad

No hay comentarios:

Publicar un comentario