HE ESPERADO DEMASIADO

HE ESPERADO DEMASIADO

sábado, 2 de febrero de 2013

Lucha. Un billete con ida pero sin vuelta.


Me han llamado Lucha, pero yo no tenia ni nombre ni casa.
Mi vida se limitó a ejercer de perra para caza de animales pequeños, de esos de orejitas y muy saltarines.
Casi no me educaron, pero yo era la mejor corriendo.
Mi vida transcurría entre un parto y otro en un frío agujero y cada vez que tenia a mis hijitos me los arrancaban de mi lado sin yo entender porque me hacían tener hijos tan bonitos y luego matármelos.
Mi cama era un boquete que yo misma hacia con mis patas para resguardarme del frío  hundida en la oquedad. Mi comida un trozo de pan o unas sobras de huesos ya rebañados por los dueños a los que gustaba limpiarlos con sus sucios dientes y sus uñas como garras.
Estuve enferma de pena, al no sentir nunca ni una caricia ni un aliento. Pero si me daban patadas y me golpeaban mientras iba siendo mas mayor. Mis hijitos volvían a nacer cada vez mas débiles y pequeños.
Un dia noté un cambio que no había pasado nunca: me metieron en una furgoneta y me llevaron a una gran carretera donde pasaban coches veloces sin mirar y sin parar.
Alli me dejaron, sola, aturdida y temblando. Echaba de menos mi hueco y mi hueso, a mis hijos y a mis otros compañeros.
Me puse a correr a correr, el miedo iba detrás de mi empujando mi vida más veloz que nunca. Saltaba, esquivaba y seguia corriendo. Mis ojos ya no sentian, ni el frio ni la luz ni el sol. Me quedé ciega de terror, no sentia ni el miedo ni la soledad, pero corria libre hacia un lugar desconocido llamado ciudad.
Alli, me escondi, esperando que nadie viera mi estado de terror, no queria recibir otra patada ni un posible tiro que me matara. Yo no tenia dueño ni amo, ni tenia siquiera el calor y el alimento necesario, por eso,¡¡  quizás la ciudad…¡¡. Me habian dicho que alli, la gente es compasiva y cuida a mis semejantes con amor y prestancia: con camas y comidas, huesos llenos de carne y caricias encendidas y amorosas.
Me ardía la piel y el estomago vacio y esperaba una mirada que me acogiera y dijeran “ven galga preciosa”.
De pronto un gran camión hizo sonar sus ruedas. Me asusté en mis cavilaciones y volvi a correr, tanto , tanto, que vi un agujero gigante y sentí, que alli, estaba mi salvación ya que nadie me vería.
Salté por escaleras, por vallas y andenes y al ver que no encontraba la luz, me caí ensordecida y aturdida a las vias.
Corri, volvi a correr, me perseguían unos monstruos gigantes con luces cegadoras y un ruido infernal, pero yo veria la salida.
Mi carrera era potente del miedo que me apretaba, pero no encontraba por donde estaba la luz. Alli, creo se hizo un revuelo tremendo porque nadie me queria atender y me insultaron y vejaron una vez más. Yo queria vivir y encontrar esa casa de amor y paz.
Luego me han contado mis compañeros que seguían mi pista para salvarme, pero no me daban salvoconducto para sacarme de aquel agujero sin salida. Estaba agotada, sedienta, con hambre y con recuerdos. ¿veria a mis hijitos? ¿Lameria  una mano que me sostuviera?.
Todos me han contado los interminables y angustiosos llamamientos para que esa mano amiga me recogiera con dulzura y me dijera: no pasa nada, ya estás a salvo.

El terror y mis temblores hicieron que estuviera tan ensordecida y aturdida que ya no pisaba por donde era, ya me arrastraba sin que nadie viniera a por mi.
Yo que tanto esperaba de ese rescate, no pudo ser.
En cuatro dias, me han contado que el cielo y la tierra lo iban moviendo mis posibles salvadores. Yo me dejaría, me era imposible continuar pero no me abandonaba la esperanza y resistiria e iria con la mano que me tendieran.
Ya casi no habia solución, me quedé herida en las vias, inconsciente, vana, extenuada.
Mi intento de salir , era infructuoso, arrastraba mi cuerpo y me quedaba poco aliento. Solo pensaba en que algo iba a suceder pronto.
Y lo que nunca pensé ocurrió. Una mano in extremis, me cogió. Habian saltado a las vias incluso arriesgando su vida. Por fin, alguien me queria.
Dejé que me cogieran amorosamente y noté lagrimas saladas en mi cara. Miré y abandoné este mundo. Salí por una puerta grande. Sé que me miraban, que lloraban. Yo, la galga sin nombre, yo la despreciada, había movilizado hasta comentarios en el mundo entero y decidieron ponerme de nombre Lucha.
Me enternecí, y fui subiendo las escaleras blandas al cielo donde me aposenté a descansar de mis carreras y sufrimiento.
Lucha, yo, lucha la mia de animal despreciado. Me habian puesto el nombre mas precioso que un galgo puede tener, es el nombre de la vida que llevamos todos nosotros y aquella gente que no conocia, rindió homenaje múltiple a todos los compañeros con los que estoy desde esa salida en los brazos de mi enternecedora y amorosa mujer.
Sigo oyendo vuestras voces y sigo mirando desde el cielo vuestra otra "lucha" por los derechos de los que como yo nacimos en un vertedero y vivimos en un infierno.

Gracias compañeros y amigos. Lucha no os olvidará y se que vosotros tampoco porque vosotros también corréis para defendernos.
Benditos mis amigos humanos. Y para aquellos que no movieron ni un dedo para salvarme, espero que sus pesadillas les acompañen el resto de sus dias, pero como una galga buena que he sido, no deseo sea para siempre, porque ahí empezarán a sentir el horror como nosotros. 
Ya estoy descansando, ya miro sin sufrir, la carrera ha terminado
Fdo. Lucha,